Diez ideas para organizar tus vacaciones

En esta época anhelamos las tan ansiadas y merecidas vacaciones de verano. Hay mucha idealización y expectativas depositadas que no siempre se cumplen. Es necesario tener en cuenta que no siempre van a ser lo satisfactorias que nos gustaría.

Si no tenemos cuidado, las vacaciones pueden ser un factor de estrés adicional, sobre todo, si partimos de la base que hay algún problema emocional o psicológico previo. Las vacaciones están condicionadas a nuestra capacidad de relajarnos, desconectar y descansar, y romper la inercia de todo el año de trabajo no siempre es fácil.

¿Qué podemos hacer para facilitarnos unas buenas vacaciones?

  1. Ser conscientes de nuestra disponibilidad, contar con tiempo libre, elegir bien el destino en función de nuestra posibilid social y económica;
  2. Darnos permiso para priorizarnos en lugar de estar pendientes de compromisos sociales o familiares;
  3. Cuidar el descanso y el sueño, no llenarnos de múltiples actividades que nos terminan estresando más;
  4. Realizar actividades al aire libre, que nos de el sol, pasear por la naturaleza;
  5. Cuidar la alimentación: comer sano y sin restricciones. No dejarnos llevar por la operación bikini, o al revés, si se ha terminado, dejar llevarnos por el descontrol. Simplemente darnos el permiso para nutrirnos y disfrutar;
  6. Tener tiempo para compartir, nutrirnos de relaciones sociales que nos satisfagan, e intentar limitar las que nos dañan o las que nos perjudican, a las que a veces acudimos para no sentirnos solos o solas;
  7. Aceptar que no todas las vacaciones son agradables: pueden haber conflictos familiares, de pareja, amigos/as;
  8. Dar espacio a toda la emotividad, aunque puedan ser emociones incómodas;
  9. Olvidarnos de la rutina, sobre todo la laboral, pero sin dejar de lado las costumbres que nos hacen sentir bien;
  10. No todo tiene que ser alegría y felicidad, como muestran las redes sociales con viajes fantásticos y comidas maravillosas. A veces no es posible tener las vacaciones ideales, pero podemos tener pequeños momentos de satisfacción: quedar con una persona que hace tiempo que no vemos, disfrutar de la piscina, de la playa, de pasear al aire libre…

 

Olvídate de las obligaciones y las rutinas, ¡disfruta de tus vacaciones en la medida de lo posible, en las circunstancias que sean posibles!