Marisol Vázquez
Ofrezco terapia integrativa desde las visiones humanista y transpersonal, en varias modalidades según las necesidades de los pacientes: en sesiones individuales, a parejas (tanto por conflictos propiamente de la pareja, como los que puedan surgir al ser padres y madres), en grupos terapéuticos quincenales y en talleres de uno o varios días o de fin de semana. En mi trabajo utilizo herramientas terapéuticas que he ido integrando en mis diferentes formaciones, como el análisis transaccional, la gestalt, el mindfulness, la bioenergética, la conciencia emocional y transgeneracional, el trabajo del duelo, la escucha empática, la terapia floral y la respiración holoscópica.
Acompañar terapéuticamente consiste en facilitar un espacio de confianza para que las personas puedan acoger sus vivencias internas, tal y como están ocurriendo, sin juicios. El trabajo conjunto con los pacientes facilita poder mirar con compasión aquellas experiencias de dolor y daño que estaban ocultas o se habían ignorado, y así permitir la expresión de las emociones bloqueadas asociadas a esas experiencias. Este proceso produce comprensiones más profundas de uno mismo y de los demás. Mucha gente viene a terapia creyendo que para “estar bien” tienen que cambiar. Lo que veo en mi experiencia es que los cambios más profundos suceden a partir del momento en que dejamos de rechazar aquello que somos. Para ello necesitamos desarrollar el observador, es decir el adulto integrado que es capaz de aceptarse sin juicios de valor. En las últimas décadas el mindfulness y la meditación se han difundido en todos los ámbitos, convirtiéndose en dos herramientas claves para ayudarnos en esta aceptación y tomar conciencia de nuestra naturaleza transpersonal.
Otro aspecto importante es el del vínculo terapéutico, que es el que nos apoya para sanar en las relaciones con la pareja, los hijos, la familia, los amigos y en el trabajo. Estos vínculos pueden ser nuestros mayores caminos de conciencia; los conflictos que nos generan son también valiosas oportunidades de aprendizaje.
Participo en dos proyectos en Gaztambide 17: el Proyecto Luna, que ofrece acompañamiento terapéutico durante la maternidad y la paternidad, y la Escuela de Padres, que es una consultoría para afrontar los desafíos del día a día con los hijos. El acompañamiento a madres y padres en el proceso de la crianza de los hijos es uno de los motores que me han llevado a consolidarme en esta profesión y que más me interesan personalmente.
Si consideras que estás perdido, confuso, desanimado, desilusionado, asustado, estancado o en crisis, con un acompañamiento terapéutico es posible que te resulte más fácil encontrar respuestas, conocerte y amarte. En mi experiencia esto es así.
Formación académica
En 1999 inicié mi formación psicoterapéutica con el Master de Psicoterapia Humanista Integrativa en el Instituto de Psicoterapia Galene, donde también hice las formaciones de Experto en Psicopatología y Psicodiagnóstico y en Psicogenealogia Transgeneracional. Luego me formé en Gestalt y Terapia Rogeriana con Antonio Guijarro. También, para ampliar las herramientas de Psicoterapia Integrativa Humanista, realicé varios módulos de formación con Richard Erskine.
Con la intención de integrar la visión transpersonal al trabajo terapéutico me gradué como Consultora de Mindfulness en la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal. Además, he realizado tres niveles de formación de Focusing con Isabel Gascón y amplié mi formación como terapeuta floral integrativa en la Escuela Española de Terapia Floral. En supervisión me han acompañado profesionalmente Loretta Cornejo, Laura Gutman, Richard Erskine, Diana Baumann, María Colodrón, Yolanda Bernárdez y Georges Escribano.