Las diferencias entre la vergüenza y la culpa

¿Te preocupa en cómo te ven? ¿Te preocupa hacer algo que pueda dañar a la otra persona? ¿Cuándo es vergüenza? ¿Y culpa? ¿Miedo a la exposición? ¿Mecanismo de defensa?

La vergüenza está más relacionada con el ser y la culpa con el hacer

Tanto la vergüenza como la culpa son dos emociones que implican al otro/a. Simplificando mucho sería que la culpa dice: “he hecho algo malo” mientras que la vergüenza dice: “hay algo malo en mí”.

Están muy cerca y en muchas ocasiones no se pueden distinguir. A veces creemos que es culpa y es vergüenza, o viceversa. La culpa lleva una carga de rabia, me daño a mí. En la vergüenza, hay más miedo.

En un peque, el sentimiento de vergüenza puede ayudar mucho en el aprendizaje. Por ejemplo, si un niño/a está en clase y se mete con un compañero y en lugar de reírse, el resto de los compañeros les dice «¿qué haces?», esa vergüenza que puede sentir por parte del grupo puede enseñarle a que no debe de meterse con otros/as.

Desde una mirada en lo positivo sería: no se pega a los demás porque el grupo te va a rechazar.

Si en cambio es un grupo muy cohesionado y un/a niño/a hace algo, que no es malo, pero es un poco más movido y su familia no le acepta, eso si que no es adaptativo. Los adultos deben ser fundamentales para que se convierta en un motor de cambio sin que se convierta en culpa.

En definitiva, todos/as metemos la pata. Se trata más bien de dirigir el comportamiento y no etiquetar a la persona.

«La vergüenza no es culpa, la vergüenza está centrada en uno mismo, la culpa está centrada en el comportamiento».

(Brene Brown)

 

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