La vergüenza que aparece cuando se reciben halagos

Hay muchas personas que sienten vergüenza al escuchar cumplidos, halagos o recibir regalos.

Aquí entra en juego lo que se denomina yuxtaposición, la reacción de rechazo ante lo que hemos sido carentes. No podemos aceptar algo que no hemos tenido y que duele no haber recibido.

La reacción se produce porque nos daña recibir algo que nos mueve demasiado el dolor de la carencia, aunque eso en si mismo no sea dañino. A veces, tiene que ser de a poco para que no nos desborde.

Richard G. Erskine dice que es como si una persona que lleva un mes sin comer, de repente, se le sirve un banquete enorme de comida deliciosa. No puede digerir todo eso, tiene que ir poco a poco.

Por ejemplo, cuando en un grupo, a una persona le toca recibir afecto y en ese momento aparece un brote de llanto. ¿Entonces es recibir amor lo que le provoca el llanto? No, es el darse cuenta lo poco que tuvo.

Es como cuando también se dice: lloro de la emoción. Recibo algo bueno, pero toca con el lugar de lo que no he tenido. Y eso además puede mover la creencia de que además no se merece.

Respecto a esa carencia en concreto, por ejemplo, una carencia de trato amable, si existe un mecanismo de defensa de ser hostil, que te ha salvado la vida, si te dan demasiado, lleva a un conflicto interno porque aparece un mecanismo de defensa.

Cuando se están recibiendo palabras o gestos positivos también se está en un momento de vulnerabilidad: la persona está siendo vista. Incluso, hay veces que la otra persona humilla con comentarios como “tampoco te lo vayas a creer”, lo que produce más desconcierto aún.

También aquí se puede incluir el “Síndrome del impostor”, una sensación de que lo que haces no tiene valor o no lo mereces.

Reconocer tus sentimientos te ayudará a comprender por qué te sientes así. Tómate tu tiempo para procesarlos y ve poco a poco…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *